Narciso Casado: «Desde CEIB-OIE abogamos por una vuelta a la senda de la inversión, el desarrollo y el crecimiento en la región»
El Secretario Permanente del Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y Director General de CEOE Internacional
La primera mitad de este año 2023 ha estado marcado por el XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano, un hito donde instituciones como SEGIB, CEIB y las organizaciones empresariales de República Dominicana han propiciado uno de los encuentros empresariales más relevantes organizados hasta la fecha. ¿Qué conclusiones se extraen del mismo?
En el XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano, celebrado en Santo Domingo, hemos sido más propositivos y hemos ido más allá, adoptando un Manifiesto de Compromiso por la Inversión, en el que se plasman las prioridades desde el sector privado a corto y medio plazo para la región.
Desde las organizaciones empresariales de CEIB-OIE abogamos por una vuelta a la senda de la inversión, el desarrollo y el crecimiento en la región, que permita la creación de empleos de calidad; apostamos por un nuevo pacto social, que promueva las alianzas público-privadas y comprometa a todos los actores con el desarrollo sostenible, procurando retomar el crecimiento sin dejar a nadie atrás; y creemos firmemente la defensa de los derechos de propiedad y la libertad de empresas.
Asumimos el reto de la transformación digital de nuestra región, impulsando la mejora de nuestra productividad y competitividad, superando brechas y alentando la innovación y el emprendimiento; y consideramos fundamental invertir en el desarrollo de capital humano, haciendo nuestro aporte en formación y asistencia técnica. Reconocemos también los desafíos en materia de desarrollo de infraestructuras y debemos fomentar e impulsar el desarrollo de las mismas; y debemos invertir en empresas y proyectos que generen un triple impacto positivo -económico, social y ambiental- alentando el cuidado del medioambiente, la inclusión social y la transición energética.
Pero, sobre todo, queremos lanzar un mensaje muy claro: sin iniciativa privada no hay desarrollo, los empresarios no somos el problema, sino una parte fundamental de la solución.
¿Por qué siguen siendo tan importantes estas cumbres?
Siempre he dicho que las Cumbres Iberoamericanas y los Encuentros Empresariales que las preceden son, sin duda, la mejor herramienta de integración regional que existe. Además, es un espacio enriquecedor de diálogo muy productivo que supone un claro modelo de colaboración público-privada real.
Es el espacio empresarial más importante en el marco de las Cumbres, para pensar en los desafíos y oportunidades que enfrenta nuestro ecosistema productivo en general y el sector privado en particular. Este espacio, que se erige como una instancia única de diálogo público-privado, permite compartir la visión de gobiernos y administraciones públicas con empresas y organizaciones empresariales, culminando en un conversatorio entre Jefes de Estado y de Gobierno, donde los máximos líderes políticos de la región reciben una serie de recomendaciones que previamente han trabajado las distintas organizaciones empresariales que participan del evento.
De esta manera, el Encuentro constituye un verdadero mecanismo de colaboración y aprendizaje, que promueve la prosperidad y el desarrollo empresarial en la región. Lo decía S.M. el Rey en la Cumbre de Andorra: “ya no se conciben las cumbres iberoamericanas sin los Encuentros Empresariales que las preceden”.
«SIN INICIATIVA PRIVADA NO HAY DESARROLLO, LOS EMPRESARIOS NO SOMOS EL PROBLEMA, SINO UNA PARTE FUNDAMENTAL DE LA SOLUCIÓN»
¿Cómo se encuentra la inversión privada en la Región actualmente?
Desde el Consejo de Empresarios iberoamericanos-CEIB apostamos por el crecimiento de la región y defendemos a las empresas como generadoras de riqueza, empleo, bienestar e igualdad. La mejor fórmula de inclusión social es la formación y el empleo, y en este sentido el papel del sector privado es determinante. No debemos olvidar también esa labor de pedagogía que ejercen las organizaciones empresariales y que contribuyen a crear un futuro mejor para la región.
En los últimos años, también hemos oído hablar mucho de la inversión de triple impacto, que está en auge en Iberoamérica y que contempla las inversiones verdes, sostenibles e inclusivas. Es importante, a mi modo de ver, no solo que las empresas inviertan, sino que lo hagan de una manera eficaz y que beneficie a todo el mundo por igual. Según una encuesta que presentamos desde CEIB, SEGIB y FIJE sobre las Mipymes iberoamericanas, éstas tienen claro su rol de agente de cambio, que persigue generar un impacto positivo en la sociedad. Un 41,8% de las empresas considera que éste es un objetivo fundamental en su hoja de ruta y, para ello, un 50,7% de las Mipymes ha comenzado a implementar estrategias y planes de sostenibilidad que contemplan el cuidado del medioambiente como su prioridad.
Lo cierto es que España, y especialmente CEOE, siempre ha tratado de actuar como intermediaria entre los países latinoamericanos y Europa mediante el desarrollo de una estrategia regional a nivel iberoamericano. ¿Se está consiguiendo? ¿Qué papel está jugando España liderando estas actuaciones?
En el marco de la próxima presidencia de España de la UE, se celebró recientemente una cumbre de presidentes de patronales europeas miembros de BusinessEurope en la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Los presidentes de las organizaciones empresariales más importantes de Europa aprobaron la Declaración de Madrid, una hoja de ruta de futuro que apuesta, entre otras cuestiones, por “fortalecer los vínculos de beneficio mutuo entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y dar un nuevo impulso a la conclusión y ratificación de acuerdos con Chile, México y Mercosur con motivo de la cumbre UE-CELAC en julio de 2023”.
En el documento quedó patente también que las prioridades de ambos bloques están alineadas en pro del desarrollo y crecimiento de ambas regiones. En cuanto a América Latina está claro que es una región de gran importancia estratégica para España. Esta vinculación se sustenta en una extensa red de Convenios de Doble Imposición y de Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones; además de acuerdos de asociación y comerciales que mantiene la UE con países y áreas geográficas de América Latina que también determinan la relación entre España y la región.
No obstante, me parece fundamental que la Unión Europea acelere los procesos de ratificación y firma de acuerdos; y que se ofrezca siempre un contexto que garantice la seguridad jurídica para las inversiones. Todo ello, favorecerá nuestras relaciones y hoy más que nunca es importante que España, en el marco de la UE, disponga de cadenas de suministro resilientes con aquellos países afines a nuestros valores e intereses.
De izquierda a derecha: el secretario general de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios-FIJE, Antonio Magraner; el secretario permanente de CEIB y director general de CEOE Internacional; y el secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand.
¿Puede llevarse a cabo sin la efectiva colaboración público-privada?
Desde luego que no. La colaboración público-privada es la base para que las cosas funcionen. Está claro que el futuro pasa por las alianzas, por ello desde las organizaciones empresariales demandamos siempre la necesidad de impulsar modelos de alianzas y de colaboración público-privada, como la mejor herramienta para poder seguir apostando por la inversión que viene desde fuera de nuestros países, creadora de riqueza, empleo y bienestar. La clave para asegurar que las alianzas público-privadas sean exitosas se cimenta en una política de reformas económicas aperturista, que busque un mayor grado de transparencia y dote de previsibilidad al marco institucional normativo.
Las empresas, además de ser generadoras de riqueza económica, los son de talento humano. Gobiernos y sectores son claves para garantizar la libertad de empresa y el multilateralismo; además de crear un clima de negocios favorable para el desarrollo, la inversión y el emprendimiento,
Sin embargo, la labor de CEIB es indispensable para que este desarrollo del que hablamos siga recogiendo sus frutos. En este sentido, ¿cuáles son las principales líneas de actuación que se llevan a cabo desde el organismo?
Desde CEIB emprendemos un gran número de iniciativas y desarrollamos actividades, apostando siempre por hacer de Iberoamérica una región fuerte y resiliente, que ocupe el lugar que merece.
Gracias a la estrecha colaboración con la Secretaría General Iberoamericana-SEGIB, y a los lazos que nos unen con la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios-FIJE, y siempre bajo el paraguas de la Organización Internacional de Empleadores-OIE, los empresarios iberoamericanos sellamos el compromiso común de hablar con una sola voz, y lo seguiremos haciendo, de libertad y democracia, compromiso con el multilateralismo, integración regional, firme impulso al comercio intrarregional, fomento de alianzas estratégicas, diálogo social, seguridad jurídica y social, competitividad, eliminación de barreras, simplificación administrativa, desarrollo de proyectos de infraestructuras, gestión, retención y reciclaje de talento, innovación y digitalización, colaboración público-privada, sostenibilidad y Agenda 2030; con el afán de potenciar una verdadera plataforma iberoamericana que se apoye en las capacidades y recursos disponibles, sinergias empresariales, talento asociado, una lengua y una formade ser y de sentir comunes.
Toda esta actividad se ve reforzada en los Encuentros Empresariales Iberoamericanos, donde se presentan las conclusiones alcanzadas por parte del sector privado, que ponen de manifiesto los principales desafíos, retos y oportunidades para Iberoamérica. Y algo fundamental: desde CEIB le damos seguimiento a los mandatos que emanan de las Cumbres.
Es evidente que Latinoamérica está experimentando un impulso en términos generales, pero ¿cuáles diría usted que son los países que más están despegando?
Creo firmemente que en la región iberoamericana tenemos empresas transformándose continuamente y otras que se quieren transformar, al igual que sus países. Ésta es una agenda que debe ser de todos, y en la que todos tenemos algo que aprender y algo que aportar.
Lo que sí me gustaría puntualizar es que, desde CEIB, trabajamos sobre todo a nivel regional y no tanto a nivel de cada país individualmente. Considero que una de las grandes ventajas en Iberoamérica es la “regionalidad”. Desde ella se debe ejercer un efecto de arrastre de dinamismo, reforzado por el compromiso con los valores de libre empresa, liderazgos decididos, diálogo, libertades y seguridad, y un clima favorable para la inversión que debe ayudar a potenciar la recuperación de las empresas y de los países.
Las organizaciones empresariales están comprometidas con ello y realizan un ejercicio permanente de puesta en común de las mejores prácticas y proyectos en apoyo de estas empresas. Además, Iberoamérica cuenta con grandes modelos regionales que refuerzan, sin duda, el atractivo para las inversiones extranjeras. Procesos como Mercosur, la Alianza del Pacífico o SICA-SIECA podrían ser los eslabones de una gran plataforma latinoamericana, en la hay que invertir y por la que hay que apostar. Con la mirada puesta en el horizonte… Nuestra relación con la UE.
¿Y los sectores económicos que más están brillando? ¿Tienen oportunidades los empresarios españoles y europeos, en general, en Latinoamérica?
Desde CEIB identificamos hace algunos años y especialmente a raíz de la pandemia, oportunidades en ámbitos con gran potencial de futuro. Uno de ellos, y quizá el más importante, es el de la sostenibilidad. Iberoamérica se sitúa como una de las regiones con mayor porcentaje de renovables en su matriz energética, en buena parte gracias a su riqueza de recursos hídricos, solares, eólicos y geotérmicos. Y si hablamos de sostenibilidad y de medioambiente, tenemos que hablar también de economía azul, sector en pleno auge y que ofrecerá grandes beneficios a la región iberoamericana.
Debemos también prestar atención a la economía amarilla, relacionada con la tecnología y en las ciencias de la vida, como la biotecnología y la salud, con propuestas que apuntan a reducir los costes de producción mediante los avances en la investigación; a las industrias creativas o economía naranja, destinada a transformar las ideas en bienes y servicios culturales. Desde hace algunos años también ha cobrado especial protagonismo el turismo accesible, inclusivo y sostenible, ámbito que nos puede reportar importantes beneficios; así como la “logística de última milla”, que se debe a la apertura de centros de distribución a lo ancho de la región con el fin de mantenerse competitivos, mientras llegan a la región otros actores internacionales que contribuyen a ampliar las fronteras del comercio transfronterizo.
Y a colación de estas últimas preguntas, ¿qué necesita la región iberoamericana para seguir manteniendo un ritmo constante en su crecimiento?
Quisiera lanzar un mensaje claro: a pesar de las dificultades, Iberoamérica es una región de oportunidades. Por ello, debemos fomentar la apertura de los mercados de referencia, impulsar las inversiones de calidad y tratar de potenciar las oportunidades de negocio, generando siempre valor y creando más y mejores empresas.
Me gustaría incidir en la importancia de volver a esa senda de la inversión y crear un clima favorable para las empresas. Y en esta misma línea quiero compartir una reflexión: aquellos países que favorecen y potencian las iniciativas privadas, la formación y las vocaciones empresariales y apoyan decididamente a las empresas, son los que más riqueza generan a la vez que aseguran crecimiento, desarrollo, igualdad y democracia. Y otro mensaje que reclaman constantemente los empresarios y que debe prevalecer en la región es el de apostar por la seguridad jurídica, la estabilidad económica y la calidad de las normas.
Iberoamérica necesita de consensos, de mucho diálogo social, de políticas pro empresas que sigan poniendo en el centro a las personas y a la sociedad. Necesitamos más empresas, facilitar y potenciar su crecimiento y su internacionalización; y apostar por la propia región, incrementando e impulsando el comercio intrarregional.
Lo que sí tenemos claro es que CEIB y los demás organismos internacionales no paran.
«A PESAR DE LAS DIFICULTADES, IBEROAMÉRICA ES UNA REGIÓN DE OPORTUNIDADES»
¿Cuáles son los proyectos y líneas de trabajo que veremos próximamente?
La agenda iberoamericana está cargada de proyectos interesantes, y que forman parte de las líneas permanentes de trabajo que desarrollamos desde CEIB y SEGIB. Estoy hablando del VI Foro Iberoamericano de la Mipyme y el IV Foro de Innovación Abierta, que se celebrarán en Colombia (principios de diciembre) y en Chile (primer trimestre de 2024) respectivamente. Ambos eventos ayudan a fomentar medidas de apoyo tanto para las pequeñas y medianas empresas de la región, como para fomentar y potenciar la innovación, requisito que, de la mano de la digitalización, es clave para el presente y el futuro de Iberoamérica.
Este año, además, en el marco del XV Aniversario de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios-FIJE, se celebrará importante Foro en España, que contará con la mayoría de las AJES de la región y nos permitirá seguir conociendo la visión única que comparten los jóvenes del mundo actual y el rol cada vez más importante que deben jugar a la hora de liderar y participar en la solución de problemas y en la toma de decisiones. Estaremos encantados de colaborar y participar en el evento.
Y por supuesto, en noviembre de 2024 se celebrará el XV Encuentro Empresarial Iberoamericano en Ecuador, en el marco de la XXIX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, en el que esperamos seguir debatiendo y analizando las cuestiones prioritarias para la región.
Me gustaría terminar con una última pregunta que me parece fundamental tanto para los países, como para las organizaciones y las empresas, y que tiene mucho que ver con los jóvenes: ¿qué papel desempeña el talento global en la competitividad empresarial?
Los expertos afirman que en una década más de 2.000 millones de trabajos habrán cambiado, y esto ya se empieza a ver. Por eso el talento se ha convertido en algo realmente relevante y su capacitación, gestión y retención son cuestiones clave para las empresas. Y esto es una fuente preocupación para muchos y de oportunidad para otros. Tenemos que ser capaces de adaptar el talento a los cambios acelerados que se están produciendo en las empresas y en nuestra sociedad.
Ya no para adaptarse a los cambios, sino para adelantarse a los mismos, se necesita una mente abierta, actitud, formación y, por supuesto, grandes dosis de talento ya sea de cada uno de nuestros países o del resto del mundo.
El talento en Iberoamérica cuenta con una gran ventaja, que radica en dos idiomas, en arraigos culturales idénticos y en una forma de sentir común. No cabe duda de que lo iberoamericano está vivo y que debemos seguir apostando por todo aquello que nos identifica como región y que nos hace tan diferentemente iguales. Necesitamos más talento, de más sitios, cada vez más diverso e innovador, que ayude a ganar en competitividad, a crear más y mejores empresas y que se traduzca, desde luego, en empleos de calidad. ¡Debemos gestionar, retener y reciclar mejor entre todos el talento global que llega a nuestros países!
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