La producción agrícola representa el 4% del pro- ducto interno bruto (PIB) a nivel global y en algu- nos países menos desarrollados puede suponer más del 25%; donde tiene una gran importancia, no sólo por su significativa contribución a la pro- ducción interna y el empleo, sino también por su aporte a la seguridad alimentaria. No cabe duda de que la agroindustria es un sector con gran potencial de futuro.
En Iberoamérica, la agricultura y los sistemas alimentarios son muy diversos, y existe una enorme variación entre los países en términos de su escala, sofisticación e importancia económica. La agroindustria en la región puede llegar a representar entre un 10% y un 16% del PIB nacio- nal, como en el caso de Nicaragua, Bolivia, Hon- duras, Paraguay, Ecuador y Guatemala, entre otros.
En América Latina y el Caribe (ALC) la biomasa forestal equivale a la mitad de su superficie terrestre y a casi la cuarta parte de los bosques mundiales; más del 30% del agua dulce del mundo y alrededor del 40% de los recursos natu- rales acuáticos renovables se encuentran en la región. Es además el mayor exportador neto de alimentos a nivel mundial, que podría superar en el año 2024 a la balanza comercial agrícola de América del Norte, según estimaciones la FAO (Food and Agriculture Organization). Las exportaciones del sector agroalimentario de ALC representan cerca del 14% de las exportaciones de productos agroalimentarios del mundo y una cuarta parte de las exportaciones totales de la región.
En los últimos 20 años se ha incrementado constantemente el superávit del comercio agroalimentario de la región, que pasó de 35.000 millones de dólares en el año 2000 a casi 138.000 millones de dólares en 2019.
En España, las exportaciones agroalimentarias alcanzaron en 2021 un valor de 60.118 millones de euros, cifra que supone un récord en la serie histórica y que representa un incremento del 11 % con respecto al año 2020. Es el cuarto exportador de la Unión Europea de productos agroalimentarios.
SISTEMAS ALIMENTARIOS Y SEGURIDAD ALIMENTARIA
En el mundo hay alimentos más que suficientes para alimentar a los 7.800 millones de habitantes que conforman actualmente la población mundial; sin embargo, más de 820 millones de personas pasan hambre, según datos de Naciones Unidas. La alimentación y la agricultura sostenibles contribu- yen a los cuatro pilares de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad de los alimentos.
En América Latina y Caribe (datos de 2021) la inse- guridad alimentaria moderada o grave afectó al 40,6% de la población de la región, cifra superior al promedio mundial (29,3%). Entre 2019 y 2021 la pre- valencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave pasó del 31,7% al 40,6%, es decir, presentó un incremento de casi 9 puntos porcentuales, el más alto en relación con otras regiones del mundo. En 2021, un total de 267,7 millones de personas se vieron afectadas por la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, 62,5 millones más que en 2019.
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